Formar médicos capaces de resolver problemas de salud, incorporando en su quehacer los principios de la ética, contemplando la promoción, prevención, intervención oportuna, recuperación y rehabilitación; a través de sólidos conocimientos académico-científicos, investigación continua, compromiso social y cultural en respuesta a las necesidades y las políticas nacionales de salud, en beneficio de la población.